En la recta final del 2022, la contaminación de playas, litorales y mares mexicanos sigue siendo un problema creciente. Se pronostica que habrá más plástico que peces en el océano y la persona promedio ingerirá alrededor de 12,000 piezas de microplástico durante su vida, ¡el equivalente a comerse el plástico de una tarjeta de crédito a la semana!
La contaminación con microplásticos es una preocupación creciente para la salud pública y el medio ambiente. Estas pequeñas piezas de plástico pueden provenir de distintas fuentes, incluyendo cosméticos, detergentes e incluso neumáticos de automóviles. Una vez que entran en el medio ambiente, pueden ser ingeridos por peces y otras formas de vida silvestre. Existen estudios que muestran que los microplásticos también pueden terminar en el sistema digestivo humano, en donde puede desencadenar una variedad de problemas de salud.
Uno de las principales preocupaciones con el ingreso de microplásticos al organismo es que pueden actuar como un vector para liberar químicos dañinos. Estos químicos se pueden transferir a los animales que los ingieren, y eventualmente a los humanos. Adicionalmente, una vez que los microplásticos entran al sistema digestivo humano, pueden causar daño al recubrimiento de nuestros intestinos lo que permitiría el ingreso de toxinas y bacterias dañinas al torrente sanguíneo, pudiendo generar tipos de disrupción endócrina, daño al sistema inmunológico y hasta cáncer.
El gobierno mexicano continúa esfuerzos para reducir la contaminación de los océanos, pero no han tenido éxito. La principal razón se debe a que la economía del país depende en un alto grado de los plásticos, y existe poca o nula concientización acerca del problema.
El reciclado de plásticos en nuestro país constituye un recurso importante para reducir la contaminación y el desperdicio de recursos naturales. Además el reciclaje crea trabajos y reduce tanto la necesidad de espacio en rellenos sanitarios como la emisión de gases de efecto invernadero. Algunos de los tipos de plástico que se reciclan en México incluyen el PET y el HDPE, y en niveles menores el PVC y el LDPE, sin embargo no es suficiente y este reciclaje representa una mínima parte del consumo y desecho de plásticos de un solo uso en nuestro país.
Existen acciones que tu puedes realizar para ayudar a reducir la contaminación de los océanos. La más importante es evitar el consumo de plásticos de un solo uso, reciclar tus plásticos y apoyar a los negocios con iniciativas para reducir su utilización de plástico.
También puedes correr la voz en tus redes de amistades y familiares acerca del problema de la contaminación de los océanos en México y las alternativas para ayudar a combatir este problema.