Este 11 de Noviembre, más de 300 personas marcharon para exigirle al mundo la adopción de hábitos veganos y así poner un alto a la terrible explotación de todas las especies animales.
El pasado domingo fue el día en que las personas que nos preocupamos por los animales salimos a las calles de Puebla, a modo de clamor ciudadano, para expresar nuestro repudio por la explotación mundial de todas las especies y predicar lo fácil que hoy en día resulta adoptar hábitos veganos. Desde la mañana, cientos de personas que visitaron el Paseo Bravo tuvieron la oportunidad de plasmar en el suelo de la plaza un collage colectivo no permanente con numerosos mensajes a favor de la liberación animal, al tiempo que recibían información y volantes acerca del evento. Más tarde, en punto de las 16:00 horas inició la concentración de un gran número de civiles quienes de manera ordenada y pacífica dimos inicio a esta primera marcha por la liberación animal.
A la cabeza se encontraban los organizadores, entre ellos nuestros amigos/as del Movimiento Ecológico por los Derechos Animales @derechosanimalesmx quienes de una manera bien organizada guiaron al contingente por la Avenida de la Reforma en dirección al zócalo capitalino. En el cuerpo de la marcha se apreciaron activistas mostrando pancartas con distintos mensajes como “Amas a unos y comes a otros” haciendo alusión al cuidado que se le da a las mascotas, y a la indiferencia por las especies de abasto, “La leche es violación, la carne asesinato” en relación a la terrible e ignorada situación que viven las vacas y sus terneras en la producción de leche y carne, y “El sufrimiento se puede oír, los animales no quieren morir”.
El ambiente en todo momento fue de orden y respeto, al tiempo que se sentía una energía de hermandad, de una solidaridad entre especies, un verdadero momento de entendimiento mutuo entre activistas por la liberación animal demostrando la energía incansable que siempre ha caracterizado a esta lucha. En entrevista el compañero Altair de MEDA dejó claro que el principal objetivo de la marcha no fue buscar legislaciones bienestaristas sino demandar un cambio definitivo a un estilo de vida vegano colectivo.
La marcha concluyó en el primer cuadro de la ciudad con unas palabras de los organizadores, los agradecimientos correspondientes, y un convivio vegano en un establecimiento local.