Hace ochenta años, Winston Churchill miraba hacia el futuro cuando “escapáramos del absurdo de criar un pollo entero para comer solo la pechuga o un ala, haciendo crecer estas partes por separado bajo un medio adecuado”. Chucrhill pensaba que esto tomaría solo 50 años. Aún no estamos ahí, pero hoy se ha dado un paso importante hacia ese futuro que Churchill vislumbró: llegó la primera muestra pública de carne in vitro.
El científico detrás de este evento histórico es el Dr. Mark Post, de la Universidad de Maastricht, en Holanda. La idea es simple: tomar un poco de tejido muscular de una sola vaca y hacerlo crecer en una solucion nutritiva. Este se multiplicará y eventualmente tendremos algo que sea verdaderamente carne, célula por célula. Sin embargo, en la práctica hay muchos obstáculos que sortear. Aún estamos lejos de hacer crecer pechugas de pollo, o un filete. El primer objetivo es producir una hamburguesa, y la muestra de esta semana tiene la intención de demostrar que esto se puede lograr. La hamburguesa consistirá de tejido muscular bovino real, pero que nunca fué parte de una vaca que sufrió, ni que emitió metano mientras digirió su alimento.
¿Deberían los productores de carne mirar hacia una linea de trabajo diferente? Eventualmente, quizá, pero aún no; el costo de producir la hamburguesa que se probará esta semana excede las £200,000. Sin embargo, una vez que los investigadores encuentren la forma de vencer los obstáculos iniciales, no hay ninguna razón para que la carne in vitro no pueda competir en precio con la carne proveniente de los animales. La mayor parte de la carne que se vende hoy proviene de animales que han sido alimentados con granos o con frijol de soya. Esas cosechas deben cultivarse y luego transportarse hacia los animales, los cuales utilizan parte de los nutrientes de este alimento para producir huesos u otras partes del cuerpo que no se usan para consumo. Sería posible tener ahorros considerables si se vá directametne de los nutrientes a la carne.
Existen importantes razones éticas del por qué deberíamos reemplazar la carne animal con carne in vitro, si pudiera hacerse a un costo razonable. La primera es reducir el sufrimiento animal. Al igual que la crueldad infligida hacia los caballos de tiro, descrita de un modo tan conmovedor en la novela Black Beauty de Anna Sewell, y que fué eventualmente eliminada por la eficiencia de los motores de combustión interna, es así como la mucho más grande cantidad de sufrimiento que es actualmente infligida a las decenas de billones de animales en las granjas factorías de hoy podría ser elimianda por una manera más eficiente de producir carne. Se debe tener un corazón de piedra para no aplaudir un adelanto así. Pero no debe tratarse de una simple respuesta emocional. Entre los filósofos que discuten la ética en el trato hacia los animales, existe un importante grado de consenso acerca de que la producción intensiva viola los principios éticos básicos que se extienden más allá de la frontera de nuestra propia especie. Incluso un conservador tan firme como Roger Scruton, quien ha defendido vigorosamente la caza de zorros, ha escrito que una verdadera moralidad del bienestar animal debería comenzar con la premura de que la producción en granjas factoría es algo malo. La segunda razón para reemplazar la carne animal es medioambiental. El utilizar la carne de los animales, especialmente de los rumiantes, está calentando el planeta y contribuyendo a un futuro en donde cientos de millones de personas se convertirán en refugiados del clima. La mayoría de las emisiones del ganado es metano, un gas invernadero extremadamente potente que emiten los animales rumiantes como parte de su digestión. La carne in vitro no eructa ni suelta gas metano. Ni lo defeca, y como resultado, los vastos pozos negros que las granjas de producción intensiva requieren para manejar el estiércol se volverían innecesarios. Solamente con este cambio, la producción mundial de oxido nitroso, otro poderoso causante del cambio climatico, se disminuiría en dos tercios.
La Organización para los Alimentos y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) ha reconocido que la emisión de gas invernadero del ganado excede por mucho la emisión de todas las formas de transporte combinadas (autos, camiones, aviones, barcos…). Algunos estudios indican que las emisiones del ganado en paises con grandes poblaciones de vacas y borregos exceden hasta la mitad del total nacional de emisiones de estos gases. En este sentido, reemplazar la quema de carbón y combustibles fósiles con fuentes de energía limpia no será suficiente. Debemos reducir la cantidad de ganado en el planeta.
Algunos vegetarianos(as) y veganos(as) pueden oponerse a la carne in vitro, porque ellos no encuentran necesidad alguna de consumir carne. Esto es bueno y por supuesto son libres de mantenerse vegetarianos o veganos, y elegir no comer carne in vitro. Mi propio punto de vista es que volverse vegetariano o vegano no es un fin por si mismo, sino una manera de reducir el sufrimiento de animales y humanos, y dejar un planeta habitable para las futuras generaciones. Me encantará intentarlo.
Por: Peter Singer
Publicado en: The Guardian – Agosto 5, 2013
Traducción: Sociedad Conservacionista Cuídame