Igualdad Animal denunció ilegalidades en el sacrificio de los animales
13 de diciembre de 2012. 01:27h Erik Montalbán, Madrid.
El Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno vasco ha iniciado un expediente sancionador contra la empresa propietaria del restaurante guipuzcoano Mugaritz, regentado por el chef Andoni Luis Aduriz, así como contra Olga Posse, propietaria de la granja de cría de patos Momotegui, que suministraba el foie gras al restaurante. Asimismo, se ha ordenado la «prohibición cautelar de la actividad de sacrificio y elaboración de productos» procedentes de la citada granja, situada en Oiartzun, «por no cumplir los requisitos higiénico-sanitarios».
Estas medidas llegan después de que el pasado mes de julio Igualdad Animal denunciase las prácticas «irregulares» en las que incurría la granja. De hecho, el colectivo llegó incluso a grabar imágenes en el interior del lugar, recogiendo las declaraciones de su titular. En ellas, Posse reconocía la ausencia de un veterinario o que los inspectores de Sanidad hacían la «vista gorda» con su negocio. Asimismo, admitía sacrificar a los animales sin aturdirlos antes de acuchillarlos, tal y como marca la Ley. De esta forma, al estar los patos más activos hasta su muerte, sangran más profusamente, lo que permite obtener un hígado con menos sangre y, en consecuencia, un foie de mayor calidad. «Mugaritz no quiere foie de otro sitio», aseguraba Posse. Tras la denuncia de Igualdad Animal, tanto la propietaria de la granja como Mugaritz comenzaron a recibir insultos y amenazas, algunas incluso de muerte. De hecho, esta circunstancia llevó a Posse a mudarse a Galicia durante unos meses. No obstante, la única ilegalidad cometida por el restaurante, considerado uno de los mejores del mundo, radica en comprar el foie a este pequeño productor, que carecía de autorización para vender su foie gras.
Fuentes de Mugaritz aseguraron a LA RAZÓN que no habían recibido aún la notificación por parte del Gobierno vasco, si bien reconocieron que, tras consultarlo, fueron informados verbalmente de que se enfrentan a una falta leve, que lleva aparejada una sanción económica de en torno a 1.000 euros. Aunque admiten que han «consumido puntualmente» el foie de la granja Momotegui, explicaron que todos los productos que se consumen en el restaurante son previamente analizados por un laboratorio, y que «el foie cumplía todos los requisitos y estaba perfecto». De hecho, según ha podido saber este diario, podrían ser más los restaurantes de alto nivel en la zona que habrían estado adquiriendo el foie de esta granja.
Fuente: http://www.larazon.es
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