Continúa la manipulación por parte de un zoológico de Puebla, México, sobre la llegada de 9 elefantes bebés. Ahora es la responsable de educación afirmando que esta compra ha concienciado a los niños de Namibia.
La semana pasada os informamos de la sospechosa llegada de 9 elefantes bebés procedentes de Namibia, a un zoo safari de Puebla, México. El dueño del zoo no se cansó de proclamar que había rescatado a estos 9 elefantes de una muerte segura, ya que eran huérfanos y los iban a “sacrificar”. Planteamos todas las sospechas en nuestra web, y ayer finalmente el gobierno de Namibia emitió un comunicado desmintiendo todas las informaciones que el dueño del zoo brindó a los medios. Los elefantes no eran huérfanos, y han sido comprados en una granja de Namibia que se dedica a esta cruel actividad: criar elefantes para venderlos cuando son apenas unas crías que deberian estar con sus respectivas madres.
El zoo safari de Puebla parece empecinado en demostrar el negocio hipócrita de los zoos; ya hemos podido comprobar que su supuesta tarea de conservación de los elefantes no era tal. Y hoy vuelven a darnos argumentos sobre su tarea de “educación”. A continuación os contaremos qué dice la responsable del departamento de Educación del zoo de Puebla sobre la llegada de estos elefantes; entre sus declaraciones, llama la atención la estrambótica reflexión sobre que la compra de estos animales ayuda a sensibilzar sobre el respeto a los animales a los niños de Namibia (algo realmente insultante para la inteligencia de cualquiera):
Según titula UniradioInforma.com, “Crea conciencia en niños de África rescate de elefantes por mexicanos”
“La conservación y rescate de los nueve elefantes en Namibia, África, dejó la semilla sembrada del amor y respeto a la vida en los niños de esa nación, consideró Carmen Linares Arias, gerente de Educación para la Conservación de Africam Safari.
El diálogo se desarrolló mientras se observaba como los elefantes se adaptan a su nuevo hábitat, a la alimentación y gozan también de los mantos de agua en los que se sumergían, comían y dejaban ver.
Los paquidermos, considerados por los especialistas de Africam Safari como bebés, tienen de tres a nueve años y pesan entre 900 y mil 500 kilogramos cada uno; era un grupo de huérfanos y estaba destinado al sacrificio, pero hoy juegan, comen y disfrutan de un día soleado en Puebla.
En entrevista con Notimex, Linares Arias dijo que los menores en esa nación, con quienes convivió para explicar sobre la vida de los elefantes y lo que se iba hacer para poder evitar su sacrificio, ocasionó un asombro, así como una identificación con dichos animales.
“Ver esas sonrisas blancas y tez oscura, fue realmente maravilloso y muy emocionante a nivel personal. Entre los elefantes y los humanos hay muchas similitudes. Uno cuenta la historia de los elefantes a niños y estos se identifican con ellos”, expuso.
Dijo que esto les hizo dar cuenta de la importancia que tienen los padres, ya que a pesar que los elefantes ya no tenían mamá y que había que buscar a alguien que se hiciera cargo, los hizo ver de manera distinta.
Refirió que son animales comunes para ellos, como también lo son las jirafas y antílopes, entre otros, son lo cotidiano, pero se tuvo la oportunidad de ubicarlos en esa realidad que tenían las crías, además de que causó asombro que desde el otro lado del mundo surgieran padres adoptivos, lo cual los llenaba de emoción.
“Eso hace -dijo- que los chicos vean el amor y respeto por la vida, para ellos es cercano ver un animal que fue sacrificado o cazado de forma ilegal, pero observar a unas personas que no los conocían y que no están en ese país, sino del otro lado del mundo y luchar por rescatarlo les aproximó a ver la realidad de una forma distinta”.
Linares Arias enfatizó que ahora los niños y niñas de esa parte de África vieron que lo cotidiano tal vez no es lo mejor, y lo importante es que se dejó esa semilla y que en ello siga trabajando su mente, para que al crecer y tener la oportunidad de ocupar un puesto o tomar decisiones recuerden esta experiencia.”
Desde LIBERA! consideramos que los zoos no educan, así como tampoco realizan una actividad de conservación e investigación que sean relevantes para la ciencia o para los animales; noticias como las del zoo de Puebla (un caso que estamos siguiendo muy de cerca) demuestran cómo la industria de los zoos pervierte el lenguaje para mostrarse a la sociedad como lo que no son (instituciones científicas en las que se respeta a los animales) ocultando lo que verdaderamente son (un negocio de la industria del ocio basado en la cautividad de animales salvajes). El zoo de Puebla es sólo un ejemplo; la realidad es que todos los zoos responden a los mismos intereses y recurren a las mismas técnicas de pervertir el sentido de las palabras para convencer a la sociedad sobre lo conveniente de su existencia… algo absolutamente alejado de la verdad.
Fuente: www.liberaong.org