Primeros auxilios gatunos

luisdelgado Stop Especismo

Todos desearíamos que nuestros gatitos estuviesen siempre sanos, pero lamentablemente existen una serie de enfermedades y accidentes que nuestros pequeños pueden sufrir. Las consecuencias que éstos tengan dependen en gran medida de nosotros. Ximena Villarroel ha desarrollado este compendio de recomendaciones y medidas que pueden permitirnos salvar la vida de esos seres tan queridos en lo que buscamos ayuda veterinaria de inmediato.

Es importante recordar que es necesario llevar a nuestras mascotas de inmediato al veterinario en caso de cualquier síntoma; las medidas aquí citadas son sólo para casos de emergencia extrema en esos primeros momentos antes de que el animalito pueda ser revisado por el especialista. Ante cualquier síntoma, es tu obligación acudir de inmediato con tu médico veterinario(a) de confianza.

TIP: No esperes al último momento, debes preguntar a familiares y amigos para que te recomienden un médico veterinario(a) que atienda las 24 horas, que cuente con buen prestigio y que se adapte a tus posibilidades económicas, y debes  tener siempre su teléfono del negocio y su celular a la mano.

En estos casos, tan importante como saber qué hacer, es saber qué NO hacer, ya que la situación puede empeorar si no se sabe qué le ocurre al animal. Por esto se debe hacer una rápida evaluación general para determinar los resguardos que tenemos que tomar.

NUNCA LE SUMINISTRES NINGUN MEDICAMENTO DE HUMANOS A TU GATO PUES PODRIA MORIR

 

ANTE CUALQUIER PROBLEMA DE SALUD POR LEVE QUE PAREZCA ACUDE DE INMEDIATO CON TU MEDICO VETERINARIO

 

Inspección general.- Examina a tu gato para detectar cualquier anormalidad en la conformación corporal. Debes buscar cualquier evidencia de hemorragia externa, así como examinar el color de las mucosas, la frecuencia y la calidad de la respiración, además del pulso, la temperatura, el estado de conciencia o de inconsciencia y los olores extraños.

Cabeza y cuello.- Evalúa a tu gato para encontrar afecciones de la cara y el cráneo, o rigidez del cuello y dolor en el mismo. Examínale las pupilas y su respuesta a la luz, la emisión de líquidos o de sangre tanto por la nariz como por los oídos, el color de la mucosa oral, la posición de la lengua y el emplazamiento de los dientes. Palpa con cuidado su cuello para descubrir dolor local, rigidez muscular, crepitaciones –crujido o chasquido– para ver si hay alguna bola o hematoma, y si notas alterado el pulso arterial.

Garganta y tórax.- Busca posibles lesiones externas y fíjate si el animal demuestra dificultad para tragar o fractura de costillas. Pálpale con mucho cuidado la caja torácica en busca de anormalidades, dolor y aire subcutáneo. Trata de vendar cualquier herida traumática a presión moderada e identifica anormalidades en la respiración.

Abdomen.- Ausculta a tu gato para comprobar posibles lesiones externas, contracciones, dolor, encorvamiento, aumento generalizado del volumen, ausencia o presencia de ruidos peristálticos -es decir, ruidos intestinales- o vómito.

Miembros y columna.- Examina al gato para determinar el color, la posición y la temperatura de los miembros. Pálpalos para descubrir posibles fracturas o luxaciones. Haz lo mismo con la columna. Si identificas alguna anomalía, llévalo urgentemente al veterinario.

Examen neurológico.- La inquietud y la agitación que muestre tu gato a menudo coinciden con la falta de aire, hemorragia interna y dolor. Examínalo para que valores los reflejos superficiales, la presencia de flaccidez o rigidez de las extremidades y/o parálisis. Evalúa también la sensación de dolor pellizcándole con el dedo la membrana de entre los dedos de cada una de las extremidades. Asimismo, tócale el ojo para ver si tu gato parpadea y tócale el ano para advertir si se contrae.

Técnicas de reanimación

Antes de aplicar una técnica de reanimación debes comprobar dos cosas: respiración y latidos del corazón.

1.- Si el corazón de tu gato no late, está sufriendo un paro cardíaco. Aplica de inmediato la técnica de reanimación cardíaca.
2.- Si tu gato no respira pero su corazón late normal, estás frente a un paro respiratorio. Debes aplicar el procedimiento de respiración artificial.

Qué hacer frente a un paro cardíaco

Tu gato está inconsciente, no respira a causa de que cesó el movimiento del corazón. Primero intenta hacerlo respirar un par de veces con el procedimiento anterior, si nada pasa aplica éste de inmediato:

1-Coloca el gato en una superficie plana, una mesa ojalá para que te sea más cómodo.
2-Ábrele el hocico y sácale la legua para facilitar el paso del aire.
3-Coloca la mano sobre su pecho debajo de la pata superior.
4-Presiona suavemente pero con firmeza un par de segundos, descansa un segundo y repite el mismo procedimiento unas cinco veces. Alterna esto con la respiración artificial.
5-Verifica si le late el corazón o si respira, si no es así repite la operación, continúa esto por unos 15 minutos o hasta que tu gato respire por sí mismo. En cuanto el gato comience a respirar cesa de hacer este procedimiento.

Qué hacer frente a un paro respiratorio

Antes que todo debes comprobar que efectivamente el gato no está respirando ya que si le aplicas técnicas de respiración artificial a un gato que sí respira puede resultar más dañino para él.

1-Sácale el collar, recuéstalo de costado, saca su lengua y ve si expulsa algún líquido que le esté obstruyendo las vías respiratorias.
2-Páralo y ábrele el hocico, ve si encuentras algún objeto atascado allí, si no lo hay procede a la respiración.
3-Sopla aire por su nariz durante unos tres segundos, descansa un segundo y repite la operación. Puedes también soplar aire en nariz y hocico simultáneamente. Para esto toma el hocico y cierra tus manos sobre él formando un túnel para evitar que el aire se escape. Continúa hasta que tu gato pueda respirar por sí mismo.

Es importante que realices esta operación lo antes posible, ya que esperar podría causar que tu gato sufriese algún tipo de daño cerebral irreversible.

URGENCIAS MÁS COMUNES

Ahogo

Sacar el gato del agua lo más rápido posible, sujetarlo por las patas traseras de forma que la cabeza quede colgando y el gato quede patas arriba. Balancearlo entre tus piernas para que bote el agua que se tragó.

Una vez que bote el agua, aplicarle calor para que vuelva a su temperatura normal. Si el gato está inconsciente aplicar un procedimiento de reanimación. Este procedimiento también sirve si tu gato se atora con algún objeto pequeño que te haya sido imposible sacar y que le esté obstruyendo las vías respiratorias e impidiéndole respirar.

Si tu gato se ha comido algo y ves que tiene problemas para respirar abre su hocico y mira con una linterna a ver si puedes ver qué objeto es el que tiene atorado. No trates de sacar el objeto con tus dedos, ya que si el gato cierra la boca te puede morder fuerte. Una vez que lo localices trata de removerlo muy cuidadosamente con la ayuda de una pinza.

Cortaduras

Primero limpiar la herida con agua corriente y aplicar yodo. Una vez desinfectada la herida colocar una gasa y aplicar una cinta adhesiva.

Ahora si el corte es profundo lo primero es limpiar la herida y detener la sangre (esto se hace aplicando presión sobre la herida con la ayuda de un paño o gasa estéril), de lo contrario nuestro gatito podría desangrarse. No es recomendable aplicar torniquete ya que esto puede causar daño irreparable en el tejido. En estos casos hay que llevarlo al veterinario de inmediato.

Congelamiento

Lo primero es llevarlo a un lugar con una temperatura más elevada, al lado de la chimenea o la estufa. Ponerlo sobre una manta o cobertor. Aplicar paños con agua tibia en las zonas que estén congeladas, frotar el cuerpo del gato con un movimiento lento y continuo; la idea es activar la circulación de tu gato. Una vez que entre en calor y se mueva un poco dale una sopa caliente y verifica si tiene quemaduras fruto de este congelamiento; si es así aplícale un ungüento para las quemaduras.

Electrocución

A los gatos, sobre todo cuando son pequeños, les encanta morder los cables y enchufes; las luces del árbol de Navidad son una atracción casi irresistible para ellos. Primero y antes que todo CORTAR LA ENERGÍA ELECTRICA, si no lo haces y tratas de sacar a tu gato de la corriente ésta se te trasmitirá a ti y ambos resultarán electrocutados.

Cortada ya la luz quita a tu gato de allí con un objeto de madera, una escoba, un bastón, un palo… Verifica las quemaduras en el hocico, la lengua y paladar. A causa de esto tu gato babeará más que de costumbre; llévalo al veterinario de inmediato. Aplica las técnicas de reanimación si esta inconsciente o en paro mientras llega el veterinario.

Fiebre

La temperatura normal de un gato es de 38 grados Celsius, medidas con un termómetro rectal. Es la manera más segura de saber si tu gato tiene fiebre o no. El termómetro se le introduce unos 2,5 centímetros en el ano, cuidadosamente y con ayuda de algún lubricante , por un minuto. Aplica vaselina para que entre con mayor facilidad. Aplica compresas de agua fría en la frente. Dale abundante agua a tu gato, para evitar que se deshidrate, si no toma dale agua tú con una jeringa. Si es mucha la fiebre y la deshidratación dale una bebida isotónica, como medida de urgencia, aunque no es lo ideal. Una fiebre muy alta y mantenida puede provocar daño cerebral irreversible.

Deshidratación

Puede producirse por fiebre o por insolación. Mantén siempre su plato de agua siempre lleno, en verano agrégale algunos cubitos de hielo para que el agua no se ponga tibia. Nunca dejes a tu gato o a tu perro en un automóvil encerrado sin ventilación.

La insolación se manifiesta por jadeos y espuma en el hocico. Una insolación muy grave puede hacer caer al gato en estado de coma. Si la deshidratación es muy intensa y no quiere tomar agua, dale jeringas con agua cada 15 minutos. Mientras lo llevas al veterinario, lo más probable es que tengan que aplicarle suero.

Fracturas

Lo primero es inmovilizar al gato para que no se lastime más. Manéjalo con cuidado y no lo muevas más de lo necesario; recuerda también que su estado está alterado y te puede morder; háblale con suavidad para tranquilizarlo.

No trates de colocar el hueso en su sitio, ni de colocarle una tablilla; eso lo debe hacer el veterinario. Cúbrelo con algo liviano para mantener el calor.

Si se quebró una patita colócalo con las patas en alto. En caso de fractura expuesta preocúpate de contener la hemorragia. Llévalo al veterinario de inmediato.

Mordeduras

Aplicar un desinfectante como yodo en la zona afectada, colocar una venda y llevarlo al veterinario. Si no lo haces puede ocurrir que se le infecte y se forme un absceso; esto se produce cuando la herida se cierra, pero como no fue perfectamente limpiada y desinfectada se acumula pus bajo la piel. Como la piel ya cicatrizó la bola de pus empieza a crecer formando un quiste que debe eliminarse quirúrgicamente, además de darle al gato un tratamiento con antibióticos.

Envenenamientos

Infortunadamente, existen miles de sustancias tóxicas para los gatos. La ingestión es común por error humano; con frecuencia se dejan estas sustancias al alcance de las mascotas.

Los signos que pueden presentarse son diarrea y vómito con o sin sangre, hemorragias, dolor abdominal, postración, apatía, falta de apetito, etcétera.

Es importante que tomes una muestra del vómito y la lleves al veterinario junto con el gato, para que determine el tratamiento.

Si sospechas que ha ingerido sustancias corrosivas, como ácidos, no induzcas que vomite, porque esto puede causar quemaduras severas en el esófago y boca. Mejor dale leche o agua para diluir el tóxico.

En caso de envenenamiento no darle leche ni ningún tipo de alimento, es necesario darle de inmediato carbon activado (Carbuteral, lo compras en cualquier farmacia) y correr al médico veterinario.

Reacciones alérgicas de urgencia

Las reacciones alérgicas que requieren un tratamiento veterinario de urgencia pueden ocurrir de forma generalizada (shock anafiláctico) o localizado (urticaria).

El shock anafiláctico puede llevar al animal a la muerte. Raramente se desarrolla sin la intervención del hombre, aunque una excepción digna de mención son los ataques producidos por abejas y avispas. En casos graves, su veterinario debe administrar inmediatamente una inyección intramuscular de 0,5-1 cc. de adrenalina (1:10.000).

La urticaria se traduce en una inflamación de los tejidos, frecuentemente de la cabeza, en especial alrededor de los ojos, boca y orejas. El animal suele frotar su boca y ojos con las patas delanteras o el suelo. Suele deberse a picaduras de insectos, agentes químicos, alergias alimentarias, etc. Un ejemplo que requiere un tratamiento de urgencia es la picadura de insectos en la lengua, ya que al aumentar el tamaño por la reacción alérgica que se instaura, puede interferirse la normal respiración del animal.

La alergia de la piel puede necesitar tratamiento de urgencia debido a la automutilación que el animal se produce.

Urgencias óticas

La presencia de espiguillas u otros cuerpos extraños en el canal auditivo puede originar una inflamación repentina dolorosa y muy molesta para el animal. No intente manipular Ud. mismo el conducto auditivo. No introduzca ningún tipo de material (algodón, gasa). La extracción de un cuerpo extraño y la limpieza del canal, las debe realizar el veterinario, que someterá al animal a una tranquilización o incluso a una anestesia general.

Si la infección llega al oído interno, el animal adoptará una postura característica girando la cabeza con el oído afectado hacia abajo, podrá dar giros en circulo hacia el lado afectado y mostrará dolor intenso.

Urgencias oculares

Nos referimos a aquellas que amenazan o han provocado ya la pérdida de la visión o bien producen un dolor intenso y deformaciones del ojo.

Puede tratarse de heridas del ojo, salida del ojo de su órbita, úlceras u otras lesiones de la córnea, presencia de cuerpos extraños en el ojo, quemaduras, etc. En muchas ocasiones habrá que tranquilizar o anestesiar al animal para poder observar y tratar adecuadamente el ojo afectado.

Si el animal está claramente incómodo y con el ojo completamente cerrado, no trate de forzarle para que abra los párpados. Si el ojo está fuera de su órbita, no intente reponerlo en su sitio. Manténgalo humedecido y protegido mientras consigue ayuda veterinaria.

Las quemaduras químicas del globo ocular deben lavarse rápidamente y si hay algún resto del agente agresor, debe retirarse con un algodón humedecido. Tenga cuidado tanto con las sustancias ácidas (vinagre) como con las básicas (champús).

En cuanto a los cuerpos extraños en el ojo, la situación será bien diferente si se encuentran sobre la superficie de la córnea (restos vegetales) o si han penetrado las estructuras oculares (trozos de vidrio, perdigones). Hay que evitar la manipulación de las heridas penetrantes que puedan permitir la salida del contenido intraocular hasta que el animal sea anestesiado y tratado por su médico veterinario.

Retención urinaria

Las causas que pueden originar una retención urinaria son bien diversas, y van desde lesiones de vejiga hasta la oclusión de las vías urinarias. La causa más frecuente de obstrucción es la urolitiasis o formación de cálculos urinarios (sobre todo en los machos). El animal muestra dificultades al orinar o deja de orinar por completo. Puede ocurrir que la orina esté teñida de sangre.

El veterinario deberá intervenir para determinar la causa y ponerle solución. Procure que el animal siempre tenga agua limpia y renovada; ni demasiado fría ni caliente, y en el caso de los gatos no escatime a la hora de cambiar la arena de la caja. Los gatos son animales muy limpios y si la caja esta sucia retendrán sus necesidades.

Las retenciones urinarias que duren más de 24 horas producirán alteraciones que ponen en peligro la vida del animal.

Recuerda: NUNCA darle ninguna medicina de humanos a tu gato. Ante cualquiera de estos síntomas, es necesario que acudas de inmediata con tu médico veterinario(a) de confianza.

 

Información recopilada por Ximena Villarroel
Vía: www.migato.com